Al igual que los anteriores, los consejos de hoy son fáciles y efectivos. Dado que la limpieza y mantenimiento de tarima flotante es un material que no necesita grandes cuidados. Una cosita sí que tienes que tener en cuenta para tomar algunas precauciones en su limpieza y mantenimiento, así como que sigas unas sencillas pautas para no dañarla y conservarla como si la estrenásemos.
«¿Cómo realizo la limpieza y mantenimiento de las tarimas flotantes en el día a día?»
– Veamos pues cómo debe ser la limpieza y mantenimiento de tu tarima, tanto si son tarimas flotantes son sintéticas como si son tarimas de madera:
- Pasa a diario un cepillo, mopa o aspiradora. Además, cada cierto tiempo, cuando notemos que es necesario (cada 5 / 7 días), puedes fregar la tarima con una fregona muy bien escurrida y jabón neutro, para que el agua no se cuele a través de las uniones o juntas de la tarima y pueda ocasionar la deformación y levantamiento de algunas de dichas juntas.
- Evita utilizar vinagres, ceras o productos abrasivos como la lejía.
– Aparte, vamos a conseguir que nuestras tarimas flotantes, ya sean sintéticas o de madera, se conserven mejor si:
¿Cómo hacemos para conservar mejor nuestras tarimas flotantes?
- Pon un felpudo de calidad a la entrada de nuestra vivienda. Esto te ayudará mantener a raya esos restos de suciedad que puedan venir adheridos a nuestros zapatos y que de alguna manera puedan dañar la tarima.
- Coloca un fieltro en las bases de todos aquellos elementos susceptibles de moverse en una casa: las sillas, sofás, muebles, etc. De este modo protegeremos nuestro suelo de arañazos y marcas.
- Haz uso de cortinas o estores en aquellas ventanas en las que los rayos del sol incidan directamente sobre tarima, para que su acción no sea así tan perjudicial.
- En épocas de Terral o de mucho calor acorta ese plazo de limpieza comentado anteriormente, y realizamos dicha limpieza cada 3 o 4 días.
Por otro lado, tened en cuenta que en periodos vacacionales en los que vayamos a ausentarnos de nuestra vivienda, y por lo tanto esta vaya a encontrarse cerrada, es recomendable dejar varios recipientes con agua repartidos por la casa para que la madera pueda hidratarse. Lo ideal es que estos recipientes sean de plástico, y que nos aseguremos de que no tienen fugas, para evitar dañar la tarima.
Comentaros también que en las tarimas de madera se realizaría una restauración (lijado y barnizado) aproximadamente cada 10 años, aunque el tiempo exacto para ello nos vendrá dado en función del trato y el uso de nuestra tarima, por lo que lo ideal es que consultes a un especialista.
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