Hace no muchos años cuando alguien se planteaba hacerse una piscina, la única opción que tenía era poner piedra artificial en el borde y resto de la estancia o, en su defecto, barro o césped natural.

Hoy en día, existen varias alternativas a estas opciones. Una de ellas puede ser  la madera natural como el IPE, Cumarú, Iroko o Teka, que es la más tradicional y noble. Esta alternativa, una vez instalada, se trata con aceite de Teka. Este tratamiento se debe de dar cada 6/8 meses. Si se da en este periodo, la tarima se mantendrá nutrida y en perfecto estado, sin necesidad de lijarla, simplemente hay que limpiarla. Los anchos más adecuados son entre 10/12 cm y los largos vienen variables.

Chalet Sierra Blanca (Justo) - Lijado y aceitado (Abril 15)

Otra alternativa sería las tarimas sintéticas también llamadas, tecnológicas o composite. Dentro de las cuales hay dos opciones, hueca o maciza. En este tipo hay que tener en cuenta que sea una marca con garantía ya que hay muchas imitaciones y pueden dar problemas de dilatación. Estas tarimas están compuestas por maderas y polímeros (fibras sintéticas como el PVC). La diferencia más destacada con la madera natural está en que no necesitan mantenimiento de ningún tipo y los largos son fijos a partir de 2ML.

Hotel Puente Romano - Tarima Exterior Sintetica Timbertech (43)

Con este tipo de tarimas puedes conseguir darle un toque  más moderno a tu piscina, ya que puedes escoger entre colores blancos, grises, marrones o incluso colores más atrevidos como verdes, azules, rosas…

El sistema de montaje de estas tarimas exteriores es sobre rastreles y se pueden poner a la altura que se necesite, pudiéndola combinar con césped artificial y tenerlo todo a la misma altura. Además, tienen unas piezas de remate (mamperlán) para los bordes de las piscinas.

Este tipo de tarimas es adecuado también para terrazas, jardines y fachadas.

Hotel Puente Romano - Tarima Exterior Sintetica Timbertech (59)

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